Solo el S&P 500 y la vivienda baten al oro a largo plazo

  • La rentabilidad anualizada del metal supera el 6% en los últimos 30 años
  • Renta fija, petróleo o la bolsa europea no consiguen acercarse
  • En 8 de los últimos diez ejercicios, su cotización ha registrado ascensos en Enero

Como si de un activo de riesgo se tratase, el oro repunta casi un 20% desde que finalizó el mes de octubre. El precio de la onza de oro sube un 6% en el año y da continuidad a la serie histórica. No en vano, en 8 de los últimos diez ejercicios, su cotización ha registrado ascensos en el primer mes del año, que se ha convertido en el más alcista del ejercicio históricamente hablando si se tiene en cuenta la media de los últimos 30 años.

El metal dorado busca con su comportamiento de las últimas semanas seguir la estela de las grandes bolsas mundiales, que han llegado a registrar ganancias también cercanas al 20% en el mismo periodo de tiempo (desde octubre), tratando de recuperar parte del brillo perdido en los últimos años en los que ha visto como su balance anual era negativo en más ocasiones que positivo. 

Precisamente son esos últimos años de la década los que merman ligeramente su comportamiento histórico en última instancia, que es sin duda uno de los más alcistas entre los grandes activos de inversión.

De hecho, su rendimiento anualizado en los últimos 30 años supera el 6%, siendo superior al que registran muchos de los activos favoritos de los inversores.

Solo la bolsa estadounidense ofrece un retorno anualizado superior en el mismo periodo al dar un 7,65% anualizado desde el año 1993. Y la vivienda ofrece un rendimiento similar, aunque los datos no son comparables al 100%. Y es que, los datos de Rentabilidad bruta de la vivienda ofrecidos por Idealista solo se remontan a 2013.

Los motivos del último ‘rally’

En los últimos meses, el descenso del dólar estadounidense superior al 10% desde sus niveles más elevados, ha sido lo que ha favorecido que las materias primas denominadas en dólares sean más baratas para muchos y, por ende, que el atractivo del oro creciese como lo ha hecho su precio.

“De cara a 2023, creemos que la inflación se mantendrá obstinadamente alta (al menos por encima del 3,5 %, el umbral que usamos para alto en este análisis). Eso significa que podríamos quedar atrapados en esta fase de alta inflación/período de bajo crecimiento por más tiempo. Hacemos hincapié en que no es malo para las materias primas. De hecho, al dejar de revalorizarse el dólar estadounidense, las materias primas en general y el oro tienen menos factores en contra. Dado que los rendimientos de los bonos de EEUU parecen haber alcanzado su punto máximo, el oro también se ha librado de otro obstáculo”, afirma Nitesh Shah, director de materias primas y análisis macroeconómico de WisdomTree en su último informe sobre commodities.

Rentabilidad histórica de los diferentes activos de inversión

“En ello mucho ha tenido que ver que la Reserva Federal haya empezado a ralentizar el ritmo de sus subidas de tipos, con un máximo en marzo ya a la vista“, explica en la misma línea Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, quien apunta a que el sentimiento también se ha visto favorecido por la posible reducción de los derechos de importación del segundo país importador, India, junto con el retorno gradual del interés de los inversores por los ETF en los últimos meses.

“La demanda como inversión del oro también depende del tipo de cambio del dólar, la expectativa de inflación y las incertidumbres globales”, explica Luc Luyet, economista de Pictet WM, haciendo alusión a que la disminución de la inflación puede erosionar el atractivo del oro como cobertura contra la misma.

Pese a ello, los datos de IPC en un claro proceso a la baja puede acabar provocando una posición monetaria menos restrictiva por parte de la Reserva Federal, lo que favorecería el valor relativo del oro.

Desde Julius Baër, por su parte, hacen especial hincapié en que “los inversores siguen manteniéndose al margen del mercado, como indica el estancamiento de las tenencias de productos respaldados físicamente, que históricamente, se han movido muy en línea con los precios del oro, mostrando el apetito de los inversores del mundo occidental”. De hecho, desde la entidad suiza escenifican la dificultad que encuentran para saber quién lleva la voz cantante en estos movimientos.

Para aprovechar esta tendencia, fondos como el DJE – Gold & Ressourcen PA (EUR) -con cinco estrellas Morningstar-, el CM-AM Global Gold ER y el Jupiter Gold & Silver L EUR Acc ofrecen una rentabilidad anualizada a tres años superior al 5%.

No obstante, los expertos no esperan que esta tendencia tenga continuidad en el corto plazo. Según la media de analistas de Bloomberg, las previsiones de los analistas del mercado apuntan a que el metal dorado no superará este año los 2.000 dólares por onza que logró en marzo del año pasado.

De hecho, de todo el consenso de mercado que publica el proveedor de datos estadounidense, solo desde Landesbank Baden Wuwerttenberg ve al metal por encima de esa psicológica cota en el último trimestre del año.

Fuente: eleconomista.es

Compartir